Venezuela y Guyana mantienen una
controversia limítrofe-territorial histórica debido a los 159 mil kilómetros en
disputa que cada país dice pertenecerle; pero la Guyana Esequiba, la zona en
reclamación, pertenece a la República Bolivariana de Venezuela desde 1810 y
según el Acuerdo de Ginebra de 1966, tal conflicto debe solventarse a través de
mutuo acuerdo.
Uno de los temas fundamentales a
conocer es que Esequibo posee grandes riquezas naturales que le confieren un
alto potencial, desde el punto de vista de los recursos: forestales, mineros,
energéticos, hidráulicos y turísticos. La explotación de esas riquezas no ha
podido ser realizada a gran escala, conservándose como el factor de valor
estratégico más importante de la zona. En el orden minero, el Esequibo posee
bauxita, manganeso, oro y diamantes, caolín, arenas, arcilla,
Imprevistamente, el actual
ministro guyanés, Carl Greenidge, indicó recientemente que su país pedirá a la
ONU resolver legalmente la disputa territorial por Esequibo pero lo que no dice
el ministro es que su Gobierno ha actuado de manera autoritaria en cuanto a la
propiedad de los 159 mil kilómetros cuadrados que deben incluirse al mapa de
Venezuela. Una muestra de ello ha sido
la concesión a la estadounidense Exxon Mobil para que inicie la explotación
petrolera en aguas que no pertenecen a Guyana, en las cuales el pasado 20 de
mayo, se anunció el hallazgo de un yacimiento de petróleo en el bloque
Stabroek, ubicado a unos 190 kilómetros (120 millas) de la costa guyanesa.
Además, es muy significativo que este “contencioso” haya sido detonado
justamente en un momento en que el proceso revolucionario que conduce el
presidente Nicolás Maduro, enfrenta una campaña desestabilizadora de gran
magnitud.
Ante el hallazgo petrolero en
Esequibo, el gobierno de Venezuela ha ratificado sus derechos sobre esa franja
territorial. La canciller de la República, Delcy Rodríguez, informó que se
envió un comunicado a la empresa Exxon Mobil para que se retire de las aguas
donde explota petróleo. Por su parte, el presidente Maduro acusó a las
autoridades guyanesas de mentir y crear un clima hostil contra su Gobierno. El
1 de mayo, Guyana llamó a Venezuela a que
“desista de obstruir los esfuerzos de exploración petrolífera” del
gigante petrolero Exxon Mobil; dos días después, el gobierno venezolano rechazó
el comunicado emitido por el vecino país.
Sin dudas, detrás de la Exxon se
mueve el gobierno estadounidense, ya que reiteradamente ha mostrado su
intención injerencista en los asuntos políticos de Venezuela. Ahora, en la
disputa por el Esequibo el interés es especial: extraer crudo sin cautela. El
gobierno de Barack Obama busca transformar en conflicto bilateral la disputa
territorial por el Esequibo, para asegurar sus intereses económicos en la
región.
La estratagema de Estados Unidos
en este diferendo se puede descifrar al analizar la visita del coordinador de
Asuntos Energéticos Internacionales del Departamento de Estados Unidos, David
Goldwin, a Guyana en 2010; cuando la Casa Blanca manifestó su interés en
incluir a la nación caribeña en su programa de gestión y capacitación
energética. Goldwin cumplió con el que sería el primer objetivo de Washington:
abrir la puerta a Guyana a la presencia de los estadounidenses y sus empresas
en el país. Convirtió al gobierno presidido por David Granger en una
herramienta en manos de conocidas empresas petroleras, especialmente la Exxon
Mobil.
Todo indicaría que la
insistencia de Obama en desviar la orientación y el proyecto de Petrocaribe
tiene que ver con fijar posición en la disputa territorial, que data de
décadas. En tanto, Venezuela reitera la petición al gobierno de Guyana para que
“recapacite” y respete el Derecho Internacional, así como el acuerdo de Ginebra
en relación al diferendo por el territorio Esequibo. El gobierno bolivariano
intenta así preservar las relaciones diplomáticas y de hermandad entre ambas
naciones, lo cual fue manifestado a través de una carta enviada a los ministros
de Relaciones Exteriores del Mercosur, a propósito de la cumbre semestral de
este bloque celebrada en Brasil. En la misiva se asegura que Guyana permitió
que Exxon Mobil “delineara un enorme espacio marítimo, sujeto a reclamación, y
que ellos unilateralmente denominan ‘Bloque Starbroke’, para ahora, pretender
permitirle explotar a sus anchas una enorme área rica en recursos naturales”.
El reclamo de Venezuela sobre el Esequibo está
avalado por la Organización de las Naciones Unidas, tras ser firmado el Acuerdo
de Ginebra en 1966. Ese tratado, entre otros puntos, establece que el Esequibo
no debe explotarse por ser una zona en reclamación. No obstante, el gobierno de
Guyana ha violado el Acuerdo de Ginebra en más de 15 ocasiones y ha otorgado
concesiones a empresas extranjeras para explotar el Esequibo. En ese marco es
que aparece Exxon Mobil.
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